"Nos enseñaron a cuidarte"
La Unidad del dolor de Hospital Dr. Gálvez se encarga de la investigación, diagnóstico y tratamiento del dolor crónico y agudo. Nuestra Unidad dispone de un grupo de profesionales con una amplia experiencia en el tratamiento del dolor asociado, las últimas tecnologías y avances terapéuticos en este campo y protocolos actualizados de tratamiento para las diferentes técnicas y procedimientos.
Dolor Agudo
El dolor postoperatorio o dolor postquirúrgico es aquél que aparece como consecuencia del acto quirúrgico. Este dolor aparece al inicio de la intervención y finaliza con la curación de la patología quirúrgica que lo ha generado.
Se caracteriza por ser agudo, predecible y autolimitado en el tiempo. Es básicamente un dolor de tipo nociceptivo, asociado con reacciones vegetativas, psicológicas, emocionales y conductuales. Si no se trata adecuadamente, puede cronificarse.
Desde el punto de vista fisiopatológico, se genera por las manipulaciones propias del acto quirúrgico – tracciones y secciones de tejidos- y la liberación de sustancias algógenas capaces de activar y/o sensibilizar los receptores encargados de procesar la sensación nociceptiva .
Las consecuencias de un dolor postoperatorio no controlado son múltiples en los distintos órganos y sistemas: alteraciones y complicaciones cardiovasculares, respiratorias, digestivas, neuroendocrinas y metabólicas, inmunológicas y psicológicas. Junto a esto, es importante considerar la posibilidad frecuente de cronificación del dolor agudo postoperatorio que se produce en porcentaje variable según el tipo de cirugía realizado.
Su control es esencial no sólo por una mejora en el confort del paciente intervenido sino por asociarse a una disminución de la incidencia de complicaciones postoperatorias. En este sentido, se ha descrito que determinadas técnicas analgésicas -como los bloqueos nerviosos perimedulares- se asocian a una menor morbimortalidad. Asimismo, una adecuada analgesia proporciona otros beneficios como un menor deterioro cognitivo en el período postoperatorio y un menor riesgo de aparición de cuadros de dolor crónico postquirúrgico. Por otra parte, gracias a la consecución de una analgesia eficaz se pueden realizar procesos de rehabilitación activos que contribuyen a mejorar el pronóstico de cirugías como la traumatológica. El resultado global es una mejor calidad asistencial y un menor coste hospitalario.
Hasta hace poco tiempo la infusión parenteral o epidural de opiáceos han sido las técnicas “clásicas” de control del dolor postoperatorio. Posteriormente se introdujeron las infusiones de anestésicos locales por vía epidural y, finalmente, la utilización de, los anteriormente mencionados, bloqueos nerviosos selectivos. Estos consisten en el depósito de una dosis de anestésico local junto a un nervio responsable de la sensibilidad, en concreto el correspondiente a la zona dolorosa, de un territorio anatómico concreto de forma tal que se abole el dolor de la zona intervenida. Esta técnica analgésica, además de actuar selectivamente, tiene la característica de originar menos efectos secundarios del tipo naúseas y vómitos producidos por la administración de opiáceos necesarios para el control del dolor postoperatorio. Esto, es beneficioso para cualquier tipo de cirugía realizada, especialmente para la cirugía ambulatoria.
En el momento actual esta última modalidad debe ser la protagonista del tratamiento del dolor postoperatorio gracias a la incorporación de la ECOGRAFÍA como procedimiento de realización de los bloqueos. Mediante esta técnica, sumada a la neuroestimulación, se realizan los bloqueos nerviosos con mayor eficacia (el éxito se obtiene en más del 90%) y con muchos menos efectos secundarios por no realizarse punciones de estructuras no deseadas. Las técnicas de bloqueo regional se pueden realizar, según cada caso, mediante la inyección única en bolo o por infusión contínua mediante colocación y mantenimiento de un catéter perineural.
De cara a una mejor y óptima recuperación o rehabilitación del paciente se puede, incluso, mantener colocado y funcionando un catéter perineural de modo domiciliario, acortando el tiempo de recuperación y el bienestar del paciente en postoperatorios intensamente dolorosos.
Los medios que precisa la analgesia regional con ecografía son la disposición de un ecógrafo y de un neuroestimulador, catéteres y agujas apropiadas.
Por otra parte, la administración continua, tanto parenteral como epidural o perineural de fármacos, precisan de la disposición de bombas electrónicas y de elastómeros (dispositivos de administración continua mecánica por medio de un reservorio elástico que autoimpulsa la infusión).
La analgesia por realización de bloqueos nerviosos supone un beneficio notorio para una gran variedad de procedimientos quirúrgicos como los siguientes:
Dolor Crónico
Según la definición actual de la IASP (International Association for the Study of Pain), el dolor crónico es una experiencia sensorial y emocional displacentera, que se experimenta asociada a daño tisular presente y/o potencial y que persiste más allá del tiempo de recuperación de un tejido (más de noventa días o tres meses). Para los pacientes, el dolor es uno de los trastornos que más afecta su vida diaria y los discapacita, lo cual lo convierte en uno de los principales motivos de consulta médica en todo el mundo. La frecuencia de dolor crónico en población adulta en España es muy elevada. La evidencia epidemiológica, procedente en su mayoría de los países desarrollados, ha demostrado que el dolor crónico es un problema generalizado de salud pública. En encuestas basadas en la comunidad se encuentra que el 15%-25% de los adultos sufren dolor crónico en algún momento de su vida, una cifra que aumenta al 50% en los adultos mayores de 65 años. Un reciente estudio epidemiológico en España sobre dolor en las consultas de atención primaria muestra que un 30,9% de la muestra poblacional refería dolor crónico, con un alto componente neuropático.
A pesar de la magnitud del problema y del interés médico, científico y social que supone la atención y el tratamiento de las personas con dolor crónico, éste es un aspecto infravalorado al que usualmente no se le da un tratamiento adecuado.
Los servicios asistenciales para la atención de personas con dolor son creados con el propósito de atender fundamentalmente al paciente que sufre dolor crónico oncológico y no oncológico. Estos servicios son heterogéneos, tanto en su origen como en su organización, cartera de servicios y profesionales que los integran. Puesto que sólo los programas integrales han demostrado su eficacia y costo-efectividad; el abordaje del mismo ha de ser multidisciplinar, involucrando aquí lo que subyace al dolor crónico como un problema complejo que debe ser comprendido de manera multi-dimensional para su manejo definitivo.
La Unidad de Tratamiento del Dolor del Hospital Dr. Gálvez ofrece a los pacientes con trastornos que causan dolor crónico una atención personalizada basada en un rápido diagnóstico y un tratamiento integral.
Tras valorar el hecho de que el diagnóstico o procedimientos terapéuticos indiquen la posibilidad de que el sistema doloroso del paciente tiene que ser diagnosticado y tratado actuando sobre la causa neurofisiológica de producción del mismo, los pacientes son derivados por otros médicos especialistas.
El tratamiento del dolor crónico, parte de un diagnóstico clínico de las causas de producción del dolor, a nivel del funcionamiento de las vías nerviosas que intervienen en su producción, se soporta en procedimientos que tienen como finalidad curar el dolor a través de mecanismos que regulan los sistemas de transmisión del dolor. Para lograr esta modulación permanente o duradera, se usa técnicas mínimamente invasivas que tienen como resultado una disminución significativa y prolongada o permanente del dolor, las cuales se basan en bloqueos nerviosos, musculares, fármacos etc.
Las patologías que trata la Unidad de dolor crónico del Hospital Dr. Gálvez son las siguientes:
Los servicios que ofrece la Unidad de Dolor Crónico son: